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domingo, 20 de febrero de 2011

LA CAJA DE EMBOLAR


LA CAJA DE EMBOLAR...

Juan Carlos Salazar Jiménez Psi.

Grupo Titiriclaun. Manizales

Los príncipes lo hacían, los señores ejecutivos lo hacen, las señoras han entrado también a la moda. El mundo quiere que les brillen los pies. Los zapatos significan por donde podemos caminar, la protección que cubre y acaricia sutilmente las “ruedas” que nos llevan de lado a lado. Los hay de colores, infinidad de estilos, diversidad de formas, en fin, los zapatos son lo máximo.

Cada uno debe “vestirse” elegante para impresionar o mostrar o para que el que enfrente está se lleve una buena impresión. Pues bien, brillar el calzado es la opción, además, hay que dejarlos como un espejo, que reflejen limpieza. Por eso, de vez en cuando la caja de embolar recibe humildemente a diversidad de zapatos. Y quien tiene la misión de lustrarlos es un digno representante del calzado, se sabe todos los “chismes” del lugar.

Un día cualquiera, por eso de la lluvia los míos opacos y llenos de barro quedaron. Por tal razón, imposible entrar a consulta de esa manera, lo cual me llevó a la cafetería del hospital donde el ilustre lustrador expresa su arte, por que de feos los vuelve bonitos. Mi turno, de política, de las noticias de hoy, de las mujeres lindas del lugar, del invierno, en fin, de todo y nada a la vez. Tal vez, lo entretenido que uno puede estar pensando en cosas del trabajo no lo hace pensar en las cosas simples y pequeñas de la vida. Los ojos de un momento a otro captaron una figura conocida plasmada en la caja de embolar. Ese círculo de colores, descolorida por el trajín me miraba fijamente. oh sorpresa, el símbolo de TITIRICLAUN recorría la ciudad, sonriendo con ojos saltones y cejas levantadas, la inolvidable nariz roja que incita a reír. A veces, hay que detenerse un minuto para mirar lo que hay a nuestro rededor.

Señor, y esa calcomanía? Me la regalaron unos payasos que trabajan en el hospital. Hace mucho tiempo me la dieron, ya esta de cambiar pero no la quiero quitar. Me la dieron con mucho amor y Yo, claro, la cargo con mucho honor. Cada vez que los veo alegran y emocionan mi vida. Los recuerdo y añoro cuando no están por que donde van lo hacen sentir a uno bien.

Y qué piensa de ellos? Ellos, le alegran la vida a los niños, a los papás, y sabe, a la gente que trabaja en el hospital.

Y quienes son? Son varios, vestidos de colores. Casi nunca repiten vestuario y siempre están sonriendo.

Y usted les ha lustrado los zapatos? No. Por que sus zapatos son de muchos colores, y sabe, la gente común no se coloca ese tipo de calzado, deberían hacerlo para verse más feliz. Además, no tengo betún de esos colores.

Qué le gusta de ellos? Lo lindos que son, pero lo que más, es que sé que me llevan en el corazón...

Sabe, no solo a mi me han dado esta calcomanía, me dieron dos mas para llevarle a mis hijas y ellas, las han pegado en sus cuadernos, por eso andan como Yo, con Titiriclaun para arriba y para abajo.

Y cómo Son? Son varias mujeres y varios hombres, todos muy profesionales por que saben actuar. Yo no sería capaz de colocarme una nariz roja para alegrar la vida de la gente esa es función de ellos, yo me dedico a lo del calzado, lo mío es brillar y lo de ellos, reír.

Los ha vuelto a ver? No, como que están en vacaciones y los estoy esperando, por que cuando llegan a los primeros que saludan son a los porteros y a mi, es un honor.

Listo mi doctor, le quedaron bonitos y brillantes. Le recomiendo los lustre mínimo cada quince días para que el cuero le dure.

Esta bien, muchas gracias y hasta la próxima embolada. Ja, no sabe el lustrador que soy un agente secreto payaso, que soy del grupo titiriclaun, que lustro los zapatos negros de presencia elegante de un doctor del hospital. Pero que le gustaría consiguiera color rojo y gris para que viera como se cambia la personalidad y como brilla la vida cuando uno se coloca el vestido de payaso para trabajar en un hospital.

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